martes, 11 de mayo de 2010

¿Por qué me has regalado un vibrador?


Eso es lo que dijo mi amiga después de abrir mi regalo.
- Porque sí, porque me da la gana, ¿qué pasa no puedo regalarte un vibrador? Ah! Perdona, se me olvidó por un momento que tu no serías de esas que dicen: ¡Es que a mi no me hace falta... con la de mi marido tengo bastante!
- Pues sí. Dijo ella. Es que él se puede molestar.
- ¿Por qué solo es un regalo? Échame la culpa a mí, te lo he regalado yo no?
- Vale tienes razón ¿Por qué no?
- Si en el fondo te mola, yo lo sé y al que más le va a molar va a ser a tu chico ya verás.

Por desgracia, aún hay demasiados estereotipos sobre temas como estos, una verdadera pena la verdad así nos va, el que entra en un sex shop es un salido, pervertido... La que tiene un vibrador es una viciosa, su marido no “funciona”...
¿Cuándo vamos a acabar con estos falsos mitos? Porque son FALSOS, ¡abrir los ojos por favor! y ver simplemente la realidad y no lo que los demás quieren que veáis.

Muchos estereotipos llegan a ser un problema porque bloquean la realidad y se generaliza un simple hecho concreto, si un andaluz es muy vago todos los andaluces somos muy vagos, si un catalán es tacaño todos los catalanes son tacaños, no lo creo porque conozco andaluces muy tacaños y catalanes muy vagos, por ello no podemos generalizar tanto, nos ponemos obstáculos a nosotros mismos continuamente y estos obstáculos no nos dejan avanzar y lo peor es que lo sabemos, sabemos que con estos pensamientos tardaremos años en cambiar la sociedad, en mejorarla, en complementarla porque tendremos mucha más conciencia sobre las cosas, el sexo no será tabú y hablaremos sin tapujos con las palabras adecuadas, no hay que utilizar un vocabulario vulgar para referirse a algo relacionado con el sexo, somos nosotros quienes lo convertimos en vulgar y soez.

Pero el sexo es algo esencial para el ser humano, después de la comida claro, pero una vez que tenemos el estomago lleno, no viene nada mal un poquito de movimiento para quemar calorías y que mejor que ese movimiento se realice entre las sábanas o en el sofá o en la tumbona de la piscina... que más da, la cuestión es que apetece y resulta agradable porque hacer el amor es una gozada.


Pero si hacemos siempre lo mismo, en el mismo sitio, de la misma postura, llega a cansar y a ser monótono y aburrido. Imaginaros matrimonios antiguos haciendo lo mismo durante cincuenta años de casados ¡eso si que es horrible! Imaginaros si a la mujer de ese hombre un día se le hubiese ocurrido disfrazarse de colegiala o de enfermera sólo para darle un toque picante y morboso a su encuentro sexual, ese tiempo seguro que hubiese sido inolvidable para los dos, esa faldita corta, dejando entre ver sus lindezas cada vez que se agache puesto que no lleva bragas, el reconocimiento médico a su marido... explorando todos y cada uno de sus músculos; solo así se sale de la rutina y se mantiene intacta la pareja, porque se preocupan por su relación, por mejorarla, porque no se pierda ni se olvide la atracción que sienten el uno por el otro.

La imaginación en un momento sexual está muy bien recibida.

Tres semanas después quedé con mi amiga para tomar un café y resultó lo que me esperaba...
Su marido alucinó cuando le enseño mi regalo.

- Dale las gracias a tu amiga, dice que le dijo.
- Pues dile que de nada. Ves, como no era para tanto.
- No, era para mejor y comenzó a reírse. Tía si lo llego a saber me lo compro antes, que pasada. Me lo pasó vibrando por todo el cuerpo, lo impregnó en lubricante y no paraba de rozar mi clítoris con él, ¡que gusto! Me penetró suavemente con él, y no veas como se notan esas estrías, es una sensación DIFERENTE, tuve que pedirle que lo apartara porque estaba deseando de que me penetrara ya mi chico, no podía más me moría de gusto, no sabía que manejase también estos juguetitos. Además creo que el verme tan excitada él más se excitaba y vaya polvazo que echamos.
- Y tú...¡no querías un vibrador! Jajaja Si lo llego a saber, te lo regalo antes.

Ahora sólo quiere entrar en sex shops, lo quiere probar todo con su chico y le encanta que él la sorprenda con novedades eróticas.
Esta es la realidad y olvidaros de estereotipos generalizados, que no os hagan perder el tiempo, ni el placer ni el deseo. Haced simplemente lo que os apetezca, siempre bajo consentimiento NUNCA por obligación.

Se me olvidaba, le regale el vibrador semirealista.
Probarlo ¡Es una pasada!





Besos para tod@s
Lourdes